domingo, 31 de enero de 2010

Cuentos y Fabulas: Marques de Sade

Bueno vuelvo por estos lares después de un tiempo de reflexión, la verdad que me ha venido de maravilla, aunque hoy os dejo con un relato que me encanta de Marques de Sade, eso no quiere decir que no volveré a escribir, también hago este pequeño inciso para decir que gracias a todos los que me habéis seguido, a esta gente nueva y aquí hago un parón para decir "Luisma" no puedo entrar en tu blog y la verdad que me gustaría, para poder verlo y poder seguirte como tu lo haces conmigo, pero eso ya es decisión tuya, gracias de todas formas por pasearte por aquí, y a ti "Aklan "que sepas que ya te agregare en breve a mi hotmail, para hablar mejor que por aquí; y ahora sin más rollos os dejo con este relato corto de Sade, espero que os guste:

LA FLOR DEL CASTAÑO

Se supone, yo no lo afirmaría, pero algunos eruditos nos lo aseguran, que la flor del castaño posee efectivamente el mismo olor que ese prolífico semen que la naturaleza tuvo a bien colocar en los riñones del hombre para la reproducción de sus semejantes.

Una tiema damisela, de unos quince años de edad, que jamás había salido de la casa paterna, se paseaba un día con su madre y con un presumido clérigo por la alameda de castaños que con la fragancia de las flores embalsamaban el aire con el sospechoso aroma que acabamos de tomarnos la libertad de mencionar.

-¡Oh! Dios mío, mamá, ese extraño olor- dice la jovencita a su madre sin darse cuenta de dónde procedía-. ¿Lo oléis, mamá ... ? Es un olor que conozco.

-Callaos, señorita, no digáis esas cosas, os lo ruego.

-¿Y por qué no, mamá? No veo que haya nada de malo en deciros que ese olor no me resulta desconocido y de eso ya no me cabe la menor duda.

-Pero, señorita…

-Pero, mamá, os repito que lo conozco: padre, os ruego que me digáis qué mal hago al asegurarle a mamá que conozco ese olor.

-Señorita -responde el eclesiástico, acariciándose la papada y aflautando la voz-, no es que haya hecho ningún mal exactamente; pero es que aquí nos hallamos bajo unos castaños y nosotros los naturalistas admitimos, en botánica, que la flor del castaño...

-¿Que la flor del castaño ... ?

-Pues bien, señorita, que huele como cuando se eyacula.

CUENTOS Y FABULAS

MARQUES DE SADE

LA FLOR DEL CASTAÑO

         
        

Belleza para tus ojos

Armonía para tus ojos